Salud femenina: Cáncer de Ovario

En el Hospital San Vicente Fundación nos unimos a esta importante labor, aclarando algunas de las preguntas más frecuentes de la comunidad.

Las células de todo nuestro organismo normalmente tienen un ciclo: nacen, cumplen una función específica, crecen de forma controlada y luego mueren para ser reemplazadas por otras. El cáncer de ovario ocurre cuando las células del ovario pierden su capacidad de crecimiento habitual y empiezan a reproducirse sin control, dejando de cumplir sus funciones normales. Este crecimiento desbordado de células anormales puede posteriormente poner en riesgo el funcionamiento correcto de nuestro organismo.

El cáncer de ovario es una causa frecuente de enfermedad en las mujeres. En nuestro país y a nivel global, el cáncer de ovario junto con el cáncer de mama, endometrio y cuello uterino, ocupa las primeras posiciones como causa de cáncer en las mujeres.

En sus fases iniciales, el cáncer de ovario puede generar dolor o distensión abdominal. En etapas avanzadas, este tipo de enfermedad puede ocasionar pérdida de peso, fiebre, mal apetito, asfixia, entre otros síntomas. Ante cualquiera de estos síntomas, generalmente, se realizan pruebas diagnósticas complementarias que incluyen estudios de laboratorio o de imágenes, por ejemplo: ecografía, tomografía o resonancia magnética. Estas pruebas diagnósticas permitirán establecer una sospecha inicial de cáncer de ovario al visualizar masas extrañas en la pelvis o el abdomen.

El diagnóstico definitivo de cáncer de ovario se hace mediante una biopsia, habitualmente esta se toma por medio de una laparoscopia, procedimiento de bajo riesgo en el cual se logra una visualización directa de los órganos internos abdominales y pélvicos para tomar biopsias de lesiones sospechosas.

Es importante ser consciente de la salud propia, detectando la aparición de síntomas o signos que puedan sugerir la presencia de cáncer y consultando al médico en consecuencia. La aparición de bultos o masas en abdomen, la distensión del abdomen y la pérdida de peso no intencional, entre otros, constituyen hallazgos de alarma que deben motivar una consulta inmediata al médico.

Incorporar hábitos de vida saludable puede disminuir el riesgo de muchos tipos de cáncer, incluyendo el de ovario. Es clave mencionar que, el estilo de vida saludable no solo disminuirá el riesgo de padecer cáncer, sino también otro tipo de enfermedades como lo son las cardiovasculares. No consumir ninguna cantidad de alcohol ni cigarrillos, realizar actividad física diaria y aumentar el consumo de frutas y vegetales, constituyen simples cambios que pueden ayudar a disminuir el riesgo de cáncer de ovario.

La mayoría de tipos de cáncer de ovario son esporádicos, es decir, no se asocian a una mutación genética que predisponga a la descendencia a padecer también cáncer, sin embargo, un porcentaje de pacientes puede tener cáncer relacionado con herencia. Se sabe que hasta el 20 - 25% de las pacientes con cáncer de ovario, pueden tener un componente genético o relacionado con herencia, en estos casos, la persona puede tener alguna anormalidad o mutación en sus genes que confiere un riesgo mayor de padecer cáncer a lo largo de la vida, y estas mutaciones genéticas en ocasiones (no siempre) se pueden heredar a los hijos. 

Es muy importante mencionar que es muy raro detectar la presencia de mutaciones genéticas que predisponen a cáncer de ovario en la población general, por tanto, si usted es una persona sana sin antecedentes familiares de cáncer, no debería realizar una asesoría genética ni mucho menos solicitar exámenes de laboratorio en búsqueda de mutaciones genéticas.

El tratamiento del cáncer implica diversas intervenciones que incluyen cirugía y quimioterapia. Es relevante anotar que cada paciente con cáncer de ovario recibirá un abordaje de tratamiento diferente, acorde a la fase de su enfermedad y a sus condiciones basales de salud.

Generalmente el tratamiento implica cirugía para extraer el tumor completamente, este procedimiento quirúrgico lo realiza un ginecólogo oncólogo; posteriormente, algunas pacientes requerirán quimioterapia para consolidar su tratamiento y disminuir posibilidades de reaparición del cáncer, la formulación de la quimioterapia y la supervisión de las mismas las realiza un oncólogo clínico. Hoy en día, con la combinación de estos tratamientos, es posible curar una gran proporción de pacientes con cáncer de ovario.